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Contra el viento. El blog de Ignacio Alvo

Zaragoza contra Aragón

Este es un tema recurrente en la política aragonesa, muy extendido entre gente de los pueblos, y sobre todo de Huesca y Teruel, y que yo también compartí en parte hace años. El principio es muy sencillo: “Si en Aragón hay una población y una riqueza determinada, todo lo que crezca Zaragoza, lo hará a costa de los pueblos, y de Huesca y Teruel”. Los hechos, además, parecen confirmarlo: si en los últimos 50 años Zaragoza ha crecido 300.000 habitantes, ha sido porque han emigrado de los pueblos de Aragón. A partir de aquí se inicia una interminable ristra de agravios reales o imaginados “Zaragoza nos ha quitado esto, esta empresa iba a venir aquí, pero se ha ido a Zaragoza, esta carrera iba a venir aquí, pero se la han llevado los de Zaragoza”, lo que unido a una notable falta de tacto por parte de las autoridades políticas en Zaragoza, mantiene vivos estos resquemores.

Sin embargo, el punto de partida es falso. Es una idea muy sencilla y por ello muy atrayente, la de considerar la riqueza como una tarta de un determinado tamaño inmutable. Es la misma idea con la que los socialistas exigen que se reparta la riqueza, sin considerar que la riqueza es algo completamente dinámico.

Cuesta algo más entenderlo, pero la riqueza no “existe”, se crea y se destruye diariamente en miles de acciones e intercambios de particulares y empresas, y determinadas políticas públicas no son ajenas a esa destrucción de riqueza. Basta ver lo que ocurre estos días en que el temor a la crisis hace que los ciudadanos consuman menos, y esto hace que las empresas ya no tengan beneficios ni el Estado superávit. En apenas unos meses, esa riqueza de la que hacíamos gala se desvanece ante nuestros ojos, como el agua en la arena, sin que podamos evitarlo.

Con las ciudades ocurre lo mismo. ¿Alguien cree que Soria está en mejor situación que Guadalajara por estar a 230 km. de Madrid, en vez de a 58? Lo cierto es que no. Como ya he dicho la riqueza no existe, se crea (y se destruye), y las empresas buscan los lugares donde sus posibilidades de éxito son mayores, donde tienen los servicios que precisan, donde pueden acceder fácilmente a sus clientes, etc. Y si Guadalajara y Toledo son las dos capitales de provincia que más han crecido estos años, es porque su cercanía a Madrid les permite compartir ese mercado. A Soria nadie le quita nada, pero nadie muestra tampoco un interés excepcional por invertir en Soria.

Trasladado al caso aragonés, para Huesca es una suerte y una oportunidad estar cerca de Zaragoza, y para Teruel un lastre estar lejos de Zaragoza, aunque puede compensarlo algo al estar relativamente cerca de Valencia.

En este sentido, el éxito y crecimiento de Zaragoza es una oportunidad para todo Aragón. Otro tema distinto es que los poderes públicos deben garantizar unas infraestructuras y un nivel de servicios a todos los pueblos y habitantes que les permita también desarrollarse.

Por último, hay una idea que me gustaría remarcar. Además de los países, las ciudades también compiten por conseguir que las empresas internacionales se instalen en su término o en su cercanía. Esta es una liga restringida donde sólo se suelen considerar unas pocas ciudades -Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla…y a partir de ahora Zaragoza. El salto de infraestructuras de comunicación que ha supuesto el AVE a Madrid y Barcelona, la finalización de la red de autovías con la conexión a Valencia, junto con la promoción internacional de la Expo hacen que esa envidiable situación que siempre ha tenido Zaragoza, a 300 km. de Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao, en medio del cuadrante más rico y poblado de España, se pueda por fin aprovechar plenamente.

Quedan todavía aspectos que hay que mejorar, como tener un aeropuerto con conexiones frecuentes a las principales ciudades de Europa, o ejecutar la red de cercanías y metro, pero el futuro de Zaragoza es ahora magnífico, y esto es algo que sin duda beneficiará a todo Aragón.

2 comentarios

Ignacio Alvo -

Paco, gracias por tu comentario y totalmente de acuerdo. El Gobierno de Aragón, y muy en concreto el PAR, está ejecutando una serie de proyectos destinados a dinamizar zonas menos desarrolladas y a dotar de servicios a todas las comarcas, con los que estoy totalmente de acuerdo y de los que me siento orgulloso.
El sentido de mi artículo no pretende negar esto, sino demostrar lo falso de un enfrentamiento entre Zaragoza y Aragón, cuando creo que ambos deben ir de la mano, y ambos se pueden y deben beneficiar del empujón que está teniendo Zaragoza.

Francisco Javier -

Amén. Suscribo totalmente tus palabras.

Sin embargo también quiero señalar que desde la Administración veo que se están haciendo esfuerzas para dinamizar las entidades territoriales inferiores. Por ejemplo la creación de las comarcas supuso un avance importante en servicios adscritos a ciertas regiones, en representación política, en subvenciones económicas, etc. Pero por ejemplo en Aragón últimamente está entrando bastante inversión turística, cultural o de ocio que puede modificar nuestro panorama. A Teruel fue Dinópolis, a Huesca Walqa, a Alcañiz la Ciudad del Motor, a Escucha el Museo Minero, a los Pirineos el parque de Cuniacha o Aramón, etc. Y por no hablar del proyecto de Gran Scala en los Monegros o la realidad de Expo que va a poner a todo Aragón en el punto de mira internacional en los próximos meses.

En definitiva creo que nos estamos regenerando, que sobre todo los partidos regionales como el PAR están haciendo una inmensa labor y que la realidad es que Aragón tiende a ser una CCAA moderna y con posibilidades de futuro.