Las reformas pendientes: Legislación Laboral
La reforma laboral del PP ha sido positiva pero incompleta. Ha dado mayor libertad a las empresas, pero no a los trabajadores y no ha acabado con la dualidad del sistema. Si de verdad queremos acabar con el paro, hay que ser más valientes y fijarse en los que mejor lo hacen. En nuestro entorno, estos son sin duda los que están aplicando el sistema de “flexiguridad” (Dinamarca, Austria y Noruega). El principio es sencillo: Una parte de lo que el empresario paga de seguros sociales va a una especie de “mochila” del trabajador, que le acompaña a lo largo de su vida laboral. Si la empresa despide al trabajador, no paga directamente la indemnización, sino que se utiliza la “mochila”, que ha ido engordando a lo largo de la vida laboral del trabajador. Si un trabajador quiere cambiar de puesto de trabajo, se lleva su “mochila” con él.
Ahora mismo, en España hay muchos trabajadores a disgusto en su puesto de trabajo que querrían probar algo mejor y más adecuado, pero no lo hacen porque pierden su derecho a indemnización. Del mismo modo, el empresario no se queda con los mejores trabajadores sino con aquellos a los que no puede despedir porque su indemnización es demasiado elevada, pagando el pato los trabajadores jóvenes o con menor antigüedad.
Con el sistema danés, esto no ocurre. El trabajador es libre para intentar cosas mejores y el empresario retiene a los mejores trabajadores, además de desaparecer el miedo a contratar. Por otra parte, al acabar su vida laboral la “mochila” que acompaña al trabajado, se añade a su pensión, aumentando la motivación para no usarla durante su vida laboral.
Necesitamos dinamizar la economía, aprovechar todo el talento, no sólo el de los empresarios sino también el de los trabajadores, alinear los objetivos generales (que aumente la productividad) con los incentivos personales (trabajo más o busco un mejor trabajo porque me interesa) y crecer de verdad, acabando con esta lacra insoportable del paro. No es fácil ni sencillo y algo hemos avanzado, pero hay que hacer mucho más.
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